Los conectores basados en la nueva generación USB ya están preparados para pasar a producción.
Una de las novedades más sorprendentes está en poder disfrutar de él en dispositivos móviles y todo tipo de aparatos. Su tamaño es muy parecido al del microUSB que ya conocemos en su versión 2.0 (Micro-B).
Otra característica llamativa es que se podrá usar el conector por ambas caras. Su diseño es reversible, lo que permite a los usuarios ignorar la orientación con la que están conectando el cable.
Además de todo esto, también llega para mejorar sus especificaciones, tanto las transferencias de datos como las capacidades de carga de baterías a través de él. En cuando a capacidad de carga es capaz de transportar 3A en los cables, y hasta 5A en los conectores. En cuanto a la velocidad de transferencia, cumple con lo certificado en USB 3.1, hasta 10Gbps.
La meta del USB Type-C es llegar a estar en el máximo número de dispositivos posibles, independientemente de plataformas y tamaño, acabando con los diferentes escalones que hemos encontrado en la familia USB (mini, micro, normal). A través de un Type-C, podremos cargar un portátil, pero también conectar pantallas externas y otros periféricos.
Fuente: Xataka