Un grupo de investigadores del MIT Research Laboratory en colaboraci\u00f3n la Universidad de Harvard y la Universidad Tecnol\u00f3gica de Viena han desarrollado de forma experimental un interruptor \u00f3ptico que se controla con un \u00fanico fot\u00f3n<\/strong>, permitiendo que la luz sea la que gobierne la propia transmisi\u00f3n de luz: es el an\u00e1logo \u00f3ptico de un transistor convencional.<\/p>\n Este interruptor hace uso de un par de espejos<\/strong> altamente reflectantes. Si el interruptor est\u00e1 en posici\u00f3n de encendido, una se\u00f1al \u00f3ptica \u2014un rayo de luz\u2014 puede pasar a trav\u00e9s de ambos espejos. Pero cuando est\u00e1 en posici\u00f3n de apagado, solo un 20% de la se\u00f1al puede traspasar esos espejos.<\/p>\n Como explican en Phys.org, esta pareja de espejos forman el llamado resonador \u00f3ptico (o cavidad \u00f3ptica<\/a>), un concepto cr\u00edtico en el desarrollo de l\u00e1seres. Al situar los espejos a una distancia precisa, los espejos adoptan sorprendentemente un comportamiento transparente y dejan pasar la luz<\/strong> que tiene la frecuencia de onda adecuada.<\/p>\n Para ordenadores convencionales, este avance en computaci\u00f3n \u00f3ptica permitir\u00eda grandes mejoras en la eficiencia energ\u00e9tica. Los actuales chips integran millones de transistores, y esa densidad cada vez mayor genera m\u00e1s calor disipado<\/strong> y tambi\u00e9n m\u00e1s necesidades energ\u00e9ticas si contamos con un procesador potente. El uso de la luz en lugar de la electricidad resolver\u00eda ambos problemas. Eso s\u00ed, los investigadores afirman que de momento esto es tan solo una prueba de concepto.<\/p>\n<\/p>\n